miércoles, 9 de noviembre de 2011

Fake or true or truke story?

(La imagen es coherente, en serio)

  • Un día fue a buscarme a la casa y yo no quería salir, mi pelo estaba suciesísimo y estaba embetunada en cremas, en un pijama nada sexy, and the cherry of the cake was que venía con la polola, y no es que él me gustara y quisiera darle celos a ella, sólo era un poco de dignidad, nisiquiera dejaba que la tortuga me viera así.
  • Tocaba el timbre tan fuerte e insistente, que fui al baño para hacer un arreglo express. Me amarré el pelo, me lave la cara, me pinte la boca salmón y el buzo que uso para dormir lo cambie por unas calzas, y me dejé el polerón invernal gigante para seguir con un look casual-falso-desesperado.
  • Abro la puerta y esta tipa me mira de derecha a izquierda de punta a cabo y suelta una risa sarcástica con un hola extrañamente feliz. Me amargué. Él fue para pedirme una película que no hubiesen visto ellos dos (¿Cómo mierda iba a saber eso, gueón!?), y me empezó a contar, ADEMÁS, que él había sido muy atento y le había cocinado un exquisito plato oriental compuesto de verduras y pollo cocinándose al wok, y le hizo también una leche asada para el frío. Así que mi odio intenso, que estaba dirigido al estúpido hola que me dio ella, se fue a él, y a su gueona explicación del itinerario que tenía planeado con ella. NO ME INTERESA, ándate y no vuelvas más. No se lo dije, pero fui a buscar patéticamente una película para que ellos lo pasaran bien, mientras yo no tenía ni brocolí, ni pollo, ni película que no haya visto, ni hombre ni mujer ni NADA.
  • Hay que tener nada de tacto para hacer algo por el estilo, así que mi fría tarde sin estufa la iba a dedicar a planear mi venganza y a arruinarles la vida, porque parecía que no iba a alcanzar a arruinarles la tarde, aunque podía aportar con algo, aunque no sabía si pasarles una película aburrida, porque dejarían de ver la película! NO, yo quiero que VEAN la película, y decidí prestarles Million Dollar Baby, creo que es transversal, le gusta a todo el mundo…LOS JODÍ, realmente hoy verán una película, y me reía sola en mi pieza, ojalá no hayan escuchado mis notas mentales y mi risa villana.
  • Les pasé la película y ví a la prostituta que tenía en mi casa, con “mini” y con escote. Y se fueron a ver la película.
  • Fui al baño y prepare una tina casi de película, porque no tenía sales, ni champagne ni velas, además que estaba amargada. Pero me vestí y me arreglé un poco. Sí… , así que al anochecer fui a buscar mi película ya que “TENÍA” que pasar por ahí para comprar pancito.
  • Él me abrió y me pasó la película… NO LA VIERON!!!
  • Mi plan luciferino quedó frustrado, lo odié. Al quitarle la película de las manos lo rasguñé, (nada notoria mi ira en ebullición). Y me dijo que quería acompañarme a comprar pan.
  • Ahora le iba a hacer once, mientras ella no pasaba frío, la cuidaba y era feliz adentro de la casa sin ver la mierda de película con pollo y leche en su puto estomago. La perra vida…
  • No hay manera de decirle que no quiero que me acompañe a comprar pan sin quedar en evidencia mi corazón verde de envidia, negro de odio, rojo de rabia.
  • Fuimos a comprar pan, pero yo no iba a dirigirle la palabra… y él se dio el lujo también de callarse. Y pensaba que trabajaría sólo para conseguirme las lucas, contratar un sicario serio y que los mate cuando de nuevo se les ocurra NO ver una película… de película.
  • Compramos pan y le dije que no me molestara de nuevo para nimiedades. (nada notorio también)
  • Y sucedió una verborrea hermosa: Es que no ví la película, porque se fue, porque terminamos, porque tu pijama era lindo, porque quería invitarte a ver una película, porque tu mata de pelo desordenado, porque sí…
  • En la noche comí brócoli, comí pollo y fuimos a arrendar una película con una estrella de recomendación. Y la verdad es que él sí me gustaba. Lo único que lamenté fue no tener la oportunidad de devolverle a esa zorra su puta risa ese día, pero les aseguro que cada vez que la veía después, ella tenía que soportar, no una sonrisa sarcástica, sino que una risa feliz por estar con él, y con su comida oriental en mis vísceras…
  • p.d.: Sé que odiamos los finales felices, porque nos hace sentir bien el pasto muerto del vecino, y si está un poco verde, LO PISAMOS!, pero hice un final feliz igual.

jueves, 15 de septiembre de 2011


Le sacó el reproductor a su hermana y tenía una mierda de canción de Chris Cornell, obligado a escucharla porque él no tenía reproductor. Con las manos en los bolsillos, con los bolsillos con llaves y una cajetilla de phillip morris, estaba buscando un teléfono público.
Ella estaba en su casa, con la luz apagada y fumándose un lucky strike click, con inciensos sicodélicos de violetas y escuchando a jimmo... sólo faltaba que se colara un dinosaurio azul por la ventana.
Él seguía escuchando, hacía un frío de la puta madre, y eso que recién era mayo, pero tenía que encontrar un teléfono público rojo, que logró conseguir las monedas cambiando las de 10 sueltas que habían por su casa.
Ella sacó una lata de cerveza agria, ahora escuchaba Placebo, y prefirió no comer, se sentía su propia musa, le encantaba estar sola...
Él llegó a una plaza, vio a los cabros, pero los esquivó, tenía un vacío en el estómago, y un ataque nervioso escalofrioso bajando por la médula espinal, nunca la había llamado...
Ella se puso una blusa blanca larga, y salió sin zapatos a una plaza, con la cerveza y los lucky, el incienso no, no... el incienso no. Y se fue con un cuaderno a escribir.
Él se percató que el teléfono era como todos los teléfonos, un estafador, le había tragado 100 pesos, ahora sólo le quedaba una moneda, así que buscó otro, sin antes echar 7 putiadas de impotencia.
Ella escuchaba a The Cure, se sentía feliz por el frío que hacía y soportarlo dignamente, y sentir que tenía el poder de salir sola a una plaza tan tarse, con cigarros, cerveza y con tanto frío, sin pensar en que alguien pudiera mirarla con pena, ¿por qué?, se sentía con el corazón bien puesto.
Él vio otro teléfono, lo scanneo con desconfianza, y Chris Cornell daba un grito homosexual por los audífonos que no quedaba bien con los riff de la guitarra.
Ella, él, ella.... él.
La moneda caía por el conducto del teléfono...
Ella revisaba su celular...
Él digitaba los 9 números...
Ella escribía'tortuga con una manzana en la cabeza, con un durazno en el corazón...'
Él aspiraba aire para llenar sus pulmones y tratar de no desmayarse
Ella tomó el celular, el ringtone de Stereophonics sonaba...
Él sintió que el auricular se le caía con el sudor de las manos
Ella tomaba un sorbo de cerveza antes de contestar y una fumada más...
A él le contestaba un señor, número equivocado.
Ella se fue a encontrar con una amiga que la había llamado, estaba feliz, con su camisa al viento otoñal, con la lata y el cigarro en una mano, y el cuaderno bajo el otro brazo.
Él rompió el teléfono de la plaza y en vez de vender un phillip morris, se lo fumó en 3 minutos... COSAS QUE PASAN...

martes, 30 de agosto de 2011

control yourself

De lejos la ví, ella era mi apoyo en los momentos difíciles, cruzé la Alameda y empuje a unas cuantas señoras, el semáforo parpadeaba y me gané un bocinazo del volkswagen que me compraré algún día. Me tiré a su cuello y ella gritó y las palomas volaron.
Nos reímos cuando me logró reconocer, y la invité a almorzar. Estaba ojerosa, yo sé por qué... por lo que no le pregunté. Le mostré mis zapatillas nuevas, unas keds grises que ella ya tenía, no sé si ya lo dije, pero somos como hermanas. Comimos de mi almuerzo que tenía guardado en mi mochila, entre tanto cachivache. Saqué un tenedor sucio que compartimos. Quedamos embadurnadas en salsa de tomate con orégano entre los dientes, pero sonreímos orgullosas por el centro con nuestra sonrisa negra.
Cuando ella fue a San Diego a mirar libros, me puse a llorar y me abrazó y me dijo que me había demorado mucho. En una vitrina nos miré, chasconas y con una sutil presencia de esquizofrenia. Nos sentamos en un rincón de la calle, al medio de la multitud protestante. Me recosté en su abdomen. Me dí cuenta que no comía nunca, porque era como apoyar la cabeza en el suelo mismo.
Le conté mis diversas crisis familiares, vocacionales, psicológicas, ontológicas, patológicas, económicas, laborales, amorosas, alimenticias, y a ella se le quedaban enredados los dedos en mi pelo desteñido. Me secó la cara con la manga de su chaleco y me dijo muy serena: "Contrólate", y aspiró bencina de no sé cuantos octanos y unos cuantos tiritones locos en el ojo.

viernes, 19 de agosto de 2011

arroz con habichuela


Él se levantó como todas las mañanas a prepararle un jugo natural de naranja a su hija y a su mujer. Pero su mujer se hacía la dormida, y tenía todos sus sentidos alerta, como un delfín lo observaba… prefirió ese día no tomar desayuno y cuando él se fue a trabajar, botó el jugo con rabia por el desagüe junto con el perfume que él escondía en su lado del botiquín.

Era difícil esconder tanto pelo enrulado y naranjo, pero se lo alisó, se lo amarró y además lo cubrió todo con un sombrero negro. Se colocó una chaqueta negra de cuero sin uso del closet de la pieza sin uso de la casa, zapatos negros y lentes de sol…en invierno… Pero faltaba lo más importante… el bastón…

Tenía escalofríos en los huesos, el corazón se le salía por el esófago y le sudaban las manos en frío, las piernas le temblaban, pero hizo parar la 406: Una jovencita ayudó a este “señor no vidente” a subirse y luego 3 personas le ofrecieron el asiento. Y esta mujer-caballero-ciego agradeció muerta de vergüenza e ira, por las cosas que la obligaban a hacer.

Llegó al centro tratando de evitar su complejo automático de sacar un libro y leer mientras viaja… es sospechoso un ciego que lee sin sistema braile, sospechoso.

Por fin… estaba en el centro y cerraba los ojos con fuerza para personificar bien a este hombre. Se dio cuenta que la gente es amable, nunca cruzó sola las calles hasta llegar a la oficina alrededor del mediodía. Esperó en una banca hasta que con un ojo semiabiertocerrado lo vio salir, por lo menos solo… Lo siguió hasta el café al que solía ir, y ella con los nervios eléctricos empezó a abrirse paso con su muleta extraña a través de todos.

De sudor y de celos casi se cae de verdad, pero la alcanzó a atajar él, y de odio y amor casi se dispone a matarlo y a atravesarle el hígado con lo que tuviera al alcance. Él la ayudo, lo ayudó a llegar hasta la supuesta isapre a la que iba, y así fue como ella vio como él se despedía muy cortésmente del ciego y entraba al café.

Se tiró en la cuneta y se puso a llorar, se sacó el sobrero, se despeinó y botó el bastón y la chaqueta que sólo sería un mal recuerdo. Se dio cuenta que su marido es muy buena persona, muy generoso… como lo había ayudado y con los ojos con que lo había hecho, su corazón era tan grande que alcanzaba para ella y su secretaria y la cabaretera y así… no era que había que aprender a ser hombre ciego investigador secreto, había que aprender a ser mujer enamorada resignada y amargada y a tomarse no más el juguito de naranja matutino. (it’s something…)

Är min mormor ♥

jueves, 18 de agosto de 2011

Oda a la WINONA



Aunque no sé que gueá es una oda, si rima o si poda, aquí va (me afino la garganta):
WINONA, eres una ladrona
WINONA, te encuentran parecida a audrey, estás igual de loca:


WINONA, GANONA, yo quería ese asqueroso pelo teñido con ese asqueroso vestido blanco que usaste en manosdetijeras.
WINONA, y es que todo te pasó por cornear al joven manos de tijeras.


WINONA, ahora tienes las medias ojeras
WINONA, tu pelo corto y el maquillaje que robas...



WINONA, yo te defiendo, te cobro unas anfetas...
WINONA... actuó en Black Swan, GUAT?



WINONA eres una WEONONA RYDER y mi ídola <3



miércoles, 17 de agosto de 2011

Momento real: GOT NO MEANING


Eran como las 7pm, estaba de noche, y a cada persona que conozco le digo, hola, las siete de la tarde es mi hora favorita del día: Me siento libre, siento que ya no hay trabajo que hacer, no hay cuaderno que estudiar, todas tus obligaciones ya están cumplidas o definitivamente no lo están y aún así te relajas, también me gusta la noche por esa misma sensación, me siento más libre. Ese día estaba en un auto, leyendo una novelilla de bolsillo viejecilla de valparaíso, comiendo una cosa muy extraña y cara y cambié la nefasta radio sintonizada por la Sonar cientocincopuntosiete y empezó una canción que me mueve el alma:


Y ya: me llevó a mis 14 y sobre todo tiernos 15 años que me veo toda fuccia fosforescente, saltando con mis uñas feas, esmalte picado (eso no ha cambiado mucho que digamos), pero cuando sonó el coro por los parlantes i'm half the man i used to be... ¿puede haber algo más real?, tengo a penas 21 años, y estoy en una oficina llena de decoración de cuero negro, con libros serios e importantes, producto de miles de horas de amargura e infelicidad, al lado de un café y sin compañía... Gente que ha dejado todo de lado por éxito laboral, blackberrys que chillan todo el día junto con el teléfono de red fija, junto con la bandeja de entrada del outlook, me chocó... Me acordé de todo lo que era antes, mis pinturas, mi dibujos, mis cuentos, mis libros, mis recortes de revistas, las fotos que googleaba, las letras de canciones que escribía y guardaba y memorizaba... Mi mochila antes estaba llena de lápices de colores, mi agenda, mi diario de vida y una croquera, ahora tengo mi billetera italiana de señora, tengo algo de plata (Extrañísimo), un computador portátil, llaves, celular...eeh... todo lo que quería ser y quizás todo lo que era lo perdí, ya ni siquiera veo películas, no cacho música, y me dieron ganas de abrir la puerta, tirarme al pasto y en vez de escuchar la Sonar por la radio del auto, me amarraría a mis audífonos, pero de verdad no podía arruinar mi teñida formal y dejarla verde... Pero qué pasó, me perdí entre tanta corbata y pasta de zapatos, yo quiero andar con mi pelo de amy winehouse, y todavía quiero tenerlo algún día azul, pero cada vez se hace más surrealista esa imagen, el otro día me compré zapatos...eran grises, y no sé, no son yo... mis zapatos son color turquesa. El punto en definitiva, esque viene Scott Weiland, mi amor esquelético platónico de toda mi infancia, y ya me imagino viéndolo bailar reptilmente y yo sin siquiera acordándome de la letra de sour girl, y llegando a la casa temprano después de verlo, y al otro día ir a trabajar... MORIRÉ.
Entonces, eran las 7 y me había dado cuenta que no hago nada de lo que me gusta hacer, como esos millones de blogs que hice y borraba, y claro que eran vergonzosos, pero al igual que mi pelo fuccia, mis uñas, mis dibujos, que britney, y que estar obsesionada con amelie como todas las mujeres sin excepción.
El fin de semana me gustaría volver a esa etapa, 2° medio, mi bolso con broches, quizás pinte con pasteles, quiero idear mi libro del corazón (que ojalá tenga más de 20 hojas), quiero comer algo que devoraba en esos tiempos y bueno... no puedo ver amelie, porque como buena y estúpida fanática, el disco se ralló, pero veré una película, entre todo el trabajo de corcheteras y archivadores, buscaré el ARCOIRIS que fui.

viernes, 24 de junio de 2011

¿Qué por qué no la saludo?, fácil, me cae mal. Y me caen mal todos los que tienen esa misma onda. Esa onda.
La onda de necesitar hacerse piercings hasta en los ojos, tiene que vestirse como mendigo en funeral y las uñas negras descascaradas. Trata por todos los medios posibles verse distinta, lo que la hace ver más igual que todos los demás. Se supone que pretende buscar su identidad, pero es tan tonta que no capta que la identidad tiene la más mínima importancia en su apariencia, en su look punkie violento más encima. Pero aún así podría tolerarla, pero siempre tiene un caracho que a los otros les da hasta miedo, y toda esta bronca sigue siendo parte de su necesidad de atención, llamado hipócrita a través de su careta. Y lo que hizo esta semana, se ve horrenda, se rapó, al cero, ahora si que no puedo distinguir qué cosa es.
- ¿Sabes?... tiene una hija en la sección de oncología desde hace 4 meses.

...Al día siguiente ví a la Poly, sabía que iba a cambiar, pero no sabía que su cráneo era tan raro si ella era como tan perfecta siempre..., almorzando con la Fabiola, ella seguía con sus típicas zapatillas y polera blanca, y sus típicos bluejeans, pero ambas lucían orgullosas su cabeza sin ese pelo tan prescindible, calvas y en paz.

martes, 21 de junio de 2011

Manos heladas

Tengo botas y zapatos con tacón, me gusta usar vestidos y echarme perfumes dulces por el cuello. Las uñas pintadas, un anillo grande en el índice, una vez al mes una flor en el pelo. Aros cada vez que me acuerdo. Pañuelos que estrangulan, panties en todo el cuerpo, a veces crema para peinar que no sirve. Demás está decir el rouge, el delineador y el rimel. Sé que piensas que soy un travesti especial, y quizás es que lo único que tenga esencialmente de mina son las manos frías, igual como las tuyas, siendo que tú usas zapatos negros bien lustrados, corbatas, y perfume de almizcle, y yo no pienso que tú seas un travesti, así que no tengas prejuicios, no porque no me guste la música suave y romántica. Sé que me discriminas porque soy despelotada, calculadora, desalamada, todavía no soy madre, no puedo hacer nisiquiera una cosa a la vez, soy infiel, bastante fácil... hablo poco, prefiero ser conjcisa y precisa, pero te juro que tengo útero, y te juro que me gustan los hombres, pero no por eso soy tonta, sólo se me enfrían las manos.

viernes, 10 de junio de 2011

[Ojos que miran ojos que miran otros ojos]

Estaban en el casino, sentados, tomando café de máquina, abrigados, era junio.Ella le contaba que estaba estresada, que su crío pequeño le absorbía la vida y que no tenía tiempo para depilarse siquiera.
Él observaba su pelo, estaba un poco sucio, pero no tenía raíces, así que en algún momento iba a la peluquería. No creía que ella tuviera la valentía para arriesgarse a una cagada monumental en su hermoso pelo teñido platinado.
Ella, qué blá-blá, él observaba a través de sus anteojos almendrados que su piel se veía brillante, tersa, blanca, tanto que dolía. Debía usar cremas caras, y pasar bastante tiempo en el baño, mirándose, cuidándose. Es que se le notaba, pensaba sólo en ella, y su crío había sido sólo una prueba para los demás, de que engordó a penas 8 kilos durante 9 meses y que después de 1 año de parir se daba el lujo de usar poleras que cuando se estiraba se le veía el ombligo, sin estrías, y con una cintura… a pesar de sus 45 años.
Le gustaba usar en pleno invierno vestidos, y unas panties casi transparentes, botas, y un poco de escote. Además llevaba los libros siempre en las manos, para poder usar su cartera italiana tamaño nivel termita y verse inteligente. Porque al final eso de ‘VERSE’ inteligente, de que vende… VENDE.
Cuando él vio la hora, sabía que tenían que ir a clases, y que ya no volvería a poder mirarla tranquilamente, su ombligo extraterrestremente estirado, su boca roja maraca, y la manera en que cruzaba las piernas.
Ella empezaba a arreglar sus cachivaches, desordenada como sus pestañas, y guardaba celular, monedero, cosmetiquero, y que él ya no quería verla, prefería sentir su café helado. Terminó de arreglarse y se fue.
Se quedó solo, pensando en que ella se amaba demasiado como para alcanzarle siquiera unas sobras de su corazón egocéntrico. Y él nisiquiera buscaba afecto de ella, él quería mirarla, y escucharla rabiar de su pobre vida de madre solterona. No sabía por qué, pero su increíble egoísmo lo atraía. ¿Masoquismo?, no, ya había estado con una sádica, y nunca la quiso… ella no se pintaba la boca.
Mientras él sentía el dolor punzante de su ida, hace un rato la niña de la mesa de al lado lo miraba fijamente de reojo, miraba su bufanda tejida escocesa, su pelo canoso, su barba cuidada, la manera en que revolvía sin sentido su café congelado; y compartían finalmente el mismo dolor…