martes, 30 de agosto de 2011

control yourself

De lejos la ví, ella era mi apoyo en los momentos difíciles, cruzé la Alameda y empuje a unas cuantas señoras, el semáforo parpadeaba y me gané un bocinazo del volkswagen que me compraré algún día. Me tiré a su cuello y ella gritó y las palomas volaron.
Nos reímos cuando me logró reconocer, y la invité a almorzar. Estaba ojerosa, yo sé por qué... por lo que no le pregunté. Le mostré mis zapatillas nuevas, unas keds grises que ella ya tenía, no sé si ya lo dije, pero somos como hermanas. Comimos de mi almuerzo que tenía guardado en mi mochila, entre tanto cachivache. Saqué un tenedor sucio que compartimos. Quedamos embadurnadas en salsa de tomate con orégano entre los dientes, pero sonreímos orgullosas por el centro con nuestra sonrisa negra.
Cuando ella fue a San Diego a mirar libros, me puse a llorar y me abrazó y me dijo que me había demorado mucho. En una vitrina nos miré, chasconas y con una sutil presencia de esquizofrenia. Nos sentamos en un rincón de la calle, al medio de la multitud protestante. Me recosté en su abdomen. Me dí cuenta que no comía nunca, porque era como apoyar la cabeza en el suelo mismo.
Le conté mis diversas crisis familiares, vocacionales, psicológicas, ontológicas, patológicas, económicas, laborales, amorosas, alimenticias, y a ella se le quedaban enredados los dedos en mi pelo desteñido. Me secó la cara con la manga de su chaleco y me dijo muy serena: "Contrólate", y aspiró bencina de no sé cuantos octanos y unos cuantos tiritones locos en el ojo.

viernes, 19 de agosto de 2011

arroz con habichuela


Él se levantó como todas las mañanas a prepararle un jugo natural de naranja a su hija y a su mujer. Pero su mujer se hacía la dormida, y tenía todos sus sentidos alerta, como un delfín lo observaba… prefirió ese día no tomar desayuno y cuando él se fue a trabajar, botó el jugo con rabia por el desagüe junto con el perfume que él escondía en su lado del botiquín.

Era difícil esconder tanto pelo enrulado y naranjo, pero se lo alisó, se lo amarró y además lo cubrió todo con un sombrero negro. Se colocó una chaqueta negra de cuero sin uso del closet de la pieza sin uso de la casa, zapatos negros y lentes de sol…en invierno… Pero faltaba lo más importante… el bastón…

Tenía escalofríos en los huesos, el corazón se le salía por el esófago y le sudaban las manos en frío, las piernas le temblaban, pero hizo parar la 406: Una jovencita ayudó a este “señor no vidente” a subirse y luego 3 personas le ofrecieron el asiento. Y esta mujer-caballero-ciego agradeció muerta de vergüenza e ira, por las cosas que la obligaban a hacer.

Llegó al centro tratando de evitar su complejo automático de sacar un libro y leer mientras viaja… es sospechoso un ciego que lee sin sistema braile, sospechoso.

Por fin… estaba en el centro y cerraba los ojos con fuerza para personificar bien a este hombre. Se dio cuenta que la gente es amable, nunca cruzó sola las calles hasta llegar a la oficina alrededor del mediodía. Esperó en una banca hasta que con un ojo semiabiertocerrado lo vio salir, por lo menos solo… Lo siguió hasta el café al que solía ir, y ella con los nervios eléctricos empezó a abrirse paso con su muleta extraña a través de todos.

De sudor y de celos casi se cae de verdad, pero la alcanzó a atajar él, y de odio y amor casi se dispone a matarlo y a atravesarle el hígado con lo que tuviera al alcance. Él la ayudo, lo ayudó a llegar hasta la supuesta isapre a la que iba, y así fue como ella vio como él se despedía muy cortésmente del ciego y entraba al café.

Se tiró en la cuneta y se puso a llorar, se sacó el sobrero, se despeinó y botó el bastón y la chaqueta que sólo sería un mal recuerdo. Se dio cuenta que su marido es muy buena persona, muy generoso… como lo había ayudado y con los ojos con que lo había hecho, su corazón era tan grande que alcanzaba para ella y su secretaria y la cabaretera y así… no era que había que aprender a ser hombre ciego investigador secreto, había que aprender a ser mujer enamorada resignada y amargada y a tomarse no más el juguito de naranja matutino. (it’s something…)

Är min mormor ♥

jueves, 18 de agosto de 2011

Oda a la WINONA



Aunque no sé que gueá es una oda, si rima o si poda, aquí va (me afino la garganta):
WINONA, eres una ladrona
WINONA, te encuentran parecida a audrey, estás igual de loca:


WINONA, GANONA, yo quería ese asqueroso pelo teñido con ese asqueroso vestido blanco que usaste en manosdetijeras.
WINONA, y es que todo te pasó por cornear al joven manos de tijeras.


WINONA, ahora tienes las medias ojeras
WINONA, tu pelo corto y el maquillaje que robas...



WINONA, yo te defiendo, te cobro unas anfetas...
WINONA... actuó en Black Swan, GUAT?



WINONA eres una WEONONA RYDER y mi ídola <3



miércoles, 17 de agosto de 2011

Momento real: GOT NO MEANING


Eran como las 7pm, estaba de noche, y a cada persona que conozco le digo, hola, las siete de la tarde es mi hora favorita del día: Me siento libre, siento que ya no hay trabajo que hacer, no hay cuaderno que estudiar, todas tus obligaciones ya están cumplidas o definitivamente no lo están y aún así te relajas, también me gusta la noche por esa misma sensación, me siento más libre. Ese día estaba en un auto, leyendo una novelilla de bolsillo viejecilla de valparaíso, comiendo una cosa muy extraña y cara y cambié la nefasta radio sintonizada por la Sonar cientocincopuntosiete y empezó una canción que me mueve el alma:


Y ya: me llevó a mis 14 y sobre todo tiernos 15 años que me veo toda fuccia fosforescente, saltando con mis uñas feas, esmalte picado (eso no ha cambiado mucho que digamos), pero cuando sonó el coro por los parlantes i'm half the man i used to be... ¿puede haber algo más real?, tengo a penas 21 años, y estoy en una oficina llena de decoración de cuero negro, con libros serios e importantes, producto de miles de horas de amargura e infelicidad, al lado de un café y sin compañía... Gente que ha dejado todo de lado por éxito laboral, blackberrys que chillan todo el día junto con el teléfono de red fija, junto con la bandeja de entrada del outlook, me chocó... Me acordé de todo lo que era antes, mis pinturas, mi dibujos, mis cuentos, mis libros, mis recortes de revistas, las fotos que googleaba, las letras de canciones que escribía y guardaba y memorizaba... Mi mochila antes estaba llena de lápices de colores, mi agenda, mi diario de vida y una croquera, ahora tengo mi billetera italiana de señora, tengo algo de plata (Extrañísimo), un computador portátil, llaves, celular...eeh... todo lo que quería ser y quizás todo lo que era lo perdí, ya ni siquiera veo películas, no cacho música, y me dieron ganas de abrir la puerta, tirarme al pasto y en vez de escuchar la Sonar por la radio del auto, me amarraría a mis audífonos, pero de verdad no podía arruinar mi teñida formal y dejarla verde... Pero qué pasó, me perdí entre tanta corbata y pasta de zapatos, yo quiero andar con mi pelo de amy winehouse, y todavía quiero tenerlo algún día azul, pero cada vez se hace más surrealista esa imagen, el otro día me compré zapatos...eran grises, y no sé, no son yo... mis zapatos son color turquesa. El punto en definitiva, esque viene Scott Weiland, mi amor esquelético platónico de toda mi infancia, y ya me imagino viéndolo bailar reptilmente y yo sin siquiera acordándome de la letra de sour girl, y llegando a la casa temprano después de verlo, y al otro día ir a trabajar... MORIRÉ.
Entonces, eran las 7 y me había dado cuenta que no hago nada de lo que me gusta hacer, como esos millones de blogs que hice y borraba, y claro que eran vergonzosos, pero al igual que mi pelo fuccia, mis uñas, mis dibujos, que britney, y que estar obsesionada con amelie como todas las mujeres sin excepción.
El fin de semana me gustaría volver a esa etapa, 2° medio, mi bolso con broches, quizás pinte con pasteles, quiero idear mi libro del corazón (que ojalá tenga más de 20 hojas), quiero comer algo que devoraba en esos tiempos y bueno... no puedo ver amelie, porque como buena y estúpida fanática, el disco se ralló, pero veré una película, entre todo el trabajo de corcheteras y archivadores, buscaré el ARCOIRIS que fui.