martes, 7 de febrero de 2012

perros y cielo

(esta es la ari)

son las 14:56, estoy en el escritorio de mi puto jefe que no leerá esto jamás porque es un cavernícola, escucho porcupine tree, mother and child divided, que creo debe ser una de las mejores canciones ever, y en mi faceta psicópata estaba viendo el face de un tipo (de aburrida, lo juro, siempre lo hago), que ya no quiero dar más detalles porque además soy paranoica y creo que también me pueden estar psicopateando ellos a mi como yo a ellos, en fin, mire la foto que tenía de portada, era un perrito blanco con manchas color té con leche (no sé si ese es un color entendible, pero desde chica que digo eso), tenía el hocico abierto y unos ojos terriblemente redondos y negros. Me encantó, pero era un requiem gráfico, porque decía que había muerto de cáncer, y me puse a llorar, y me arden los ojos con la puta pintura, pero me da pena pensar en si estará comiendo los pellets que le gustaban, si dejó un hueso enterrado en el patio, si sabe volar, pero me pone feliz que haya tenido un amo que por lo menos la haya puesto en su perfil, y ojalá él esté muy afectado, llorando y sin tener ganas de comer, porque ellos, nuestros compañeros con rabo se lo merecen, aunque te muerdan y te saquen un pedazo de boca como me ha pasado 2 veces. No es que le deseé sufrimiento a esa persona, sino que deseo que ojalá a ella, a esa perrita exquisita la hayan amado mucho, supongo que se entiende, y si no váyanse a la mierda, hijos y nietos míos que los obligaré a leer mi blog cuando sea más vieja y los obligaré a adoptar perros de la calle y no a comprarlos. eso.