Hoy se me va un poco de mi vida, de la vida, de mi corazón, no puedo evitar la angustia que siento, porque estas en mi historia, en mis risas en mi pensamiento y hasta dejaste una cicatriz en mis encías al quitarme un pedazo de ellas. Cachorrita que paseaba en mi coche de muñecas que no tenía, quien mordía mi camisa de dormir todas las mañanas, con quien jugaba a las escondidas, quien saltaba panderetas y volvía sólo por un pedazo de salame. Fuiste una compañera maravillosa, fuerte y alegre. Hermosa, simplemente. Vuela con él, para estar para siempre descansando en una casita con estufa, comiendo huesos podridos, jugando y ladrando, y perdoname todas las veces que te trate como una mascota, porque tú fuiste infinitamente más que eso, y el dolor que siento ahora ya se atenuará, al tener vivo tu recuerdo y contarles de ti a mis hijos, porque quienes me conocen, ya te conocen. Te quiero con toda el alma, adiós Sombra.