martes, 10 de julio de 2012

whole gota



¿Qué hubiese pasado si nos hubiéramos soportado?

Nada?
- Siento que fuiste sólo una gota en mi mar

Aunque ahora que lo pienso nuestros hijos nos iban a odiar, los nombres que les íbamos a poner eran imaginación muerta revuelta entre cómics, música, entre películas y la teleserie de las ocho y un flipper, si, se me olvidaba ese juego adictivo que nos hacía pelear.
Somos un rompecabezas repartido por Santiago, perdido para siempre, y me rasco la boca que me picó. 
Quizás íbamos a ser unos vagabundos tirados en La Vega, con una caja de tinto y sin zapatos, porque yo no te soltaba, te inmovilizaba envolviéndote con mis brazos porque me daba frío, (tengo frío) y me gustaba poner las manos en tus bolsillos azules de tu pollerón azul.
De tantos pájaros en el cráneo, no había día de Dios que no tropezáramos con ese resbalín extraño de la casa arcoíris y las enredaderas moradas del pasaje.
Quizás no os separamos, NOS SEPARARON, porque éramos un peligro público, ambulante, una amenaza para la estabilidad social, una alerta roja volcánica, porque todo se nos olvidaba, comprar parafina, comprar sopaipillas, no comprar chandelle. Y la lluvía que oscurecía tu pelo japonés también se me olvidaba, y quedaba con mi pelo británico mojado y una risa ácida con los ojos muy apretados.
Otra alternativa es que tal vez te molestaba que me comiera siempre el mazapán, o que yo inconscientemente detestaba que fumaras Belmont, nadie puede…
Ahora que me acuerdo… una vez no me di cuenta que te desmayaste en mi cocina, eso no fue bueno… te sentiste mal, sentiste que no me acordaba de ti aun cuando en coma me gritabas para que te ayudara a pararte… y yo dormía y dormía feliz mientras tu sangrabas y sangrabas no tan feliz… ese día no me comimos panqueso. Ese día nos desligamos un poco.
Pero tú me querías en pijama día y noche y tarde- mañana, esos días que hasta iba al colegio en pijama tú me querías, sí, tú me querías y yo no… he ahí el rombo del calcetín.
Por ti y por mi, me cuesta entenderte, pero lo hago, aunque no quieras después de tanto tiempo te apuesto que todavía te gusta enterrar el paragua en el barro…apuesto que todavía te gusta mi colmillo en tu mandíbula. Supongo que ya no crees que me parezco a demi moore.
Me carga demi moore. Oye, ¿alguna vez comimos comida normal en tu casa? Siempre era china o mexicana, y tu perro astronauta… oye…
¿Acaso que no me haya dado cuenta que agonizaras no se compensaba con que me convertía en erika olivares bolt corriendo en la medianoche por el bosque que se cruzaba entre tu casa y la mía, por media hora. Llegaba sudada, y me tenías que ir a dejar al minuto en auto para que no me descuartizaran por rebelde.

- Pero el mar sería menos sin esa GOTA.

No hay comentarios.: