martes, 29 de abril de 2008

[Consuelo y la paloma]


Quiero contar la historia de alguien de quien nunca supe su nombre, pero a la que llamare Consuelo en recuerdo a alguien que se llamaba asi y que no fue importante en mi vida. Empezare, un dìa, ella se sentìa tan infeliz consigo misma que se fue a una discoteque a olvidarse de ella, de él y de todos Todos sus problemas, olvidar el pan que no era de mañana y poder pasar una noche sin pensamientos inútiles. Tomo hasta más no poder y empezo a bailar con un hombre que nunca supe su nombre, pero al cual llamare Francisco en recuerdo a alguien que se llamaba asi y que no fue importante en mi vida. Él le empezo a decir que la Vida Es Bella y que se pueden hacer los sueños realidad, que habían más mundos que este y que quería sólo pisar si ella iba con él y la drogo hasta mas no poder. En la mañana, Consuelo se desperto con una paloma en su hombro en la calle, media desvestida y a un lado de la puerta de la discoteque. La paloma le susurro algo al oìdo y ella empezò a llorar y a gritar, pero nadia la escucho. Llego a su casa totalmente angustiada, enajenada, peor de como se habìa ido, con una pena (si es que lo podía definir así) que le invadia cada filamento y le dijo a su madre: "Mamà...estoy embarazada de Dios" la señora que ya tenia cincuenta y tres probemas que resolver se dio vuelta y le dijo a su hija "Chiquilla hereje... si mi madre te escuchara diciendo esas tonterîas te encerrarîa hasta luna llena..." "Mamà, de verdad estoy embarazada, lo siento, siento el vientre lleno de amor" "Pendeja idiota, si es verdad no me pidas ayuda con tu bebe, porque tu fuiste la puta y ahora quiero ver como te las arreglas" "Mamà! yo soy virgen! estoy embarazada de Dios, yo no lo quise, pero êl me eligio a mi" "No me hables, ya no me importa lo que te pase, te jodiste la vida hace rato y yo hice todo lo que pude, ademâs tu crees que no me doy cuenta que estas tomada y drogada? Andate, no quiero que nadie de esta casa te vea asî" "Sé que estoy embarazada de Dios" -le dijo Consuelo a Francisco "¿Y no recuerdas nada de lo que paso anoche?"- Respondió Francisco con los ojos muy abiertos y evitando temblar. "Se que bailamaos, y de ahi amaneci afuera de la disco y me llego el mensaje" "Ahh...bueno, quiero que sepas que yo te apoyo, y te ayudare a cuidar ese niño" -le dijo Francisco cada vez más aliviado con la historia de la paloma. "¿Por qùè? no te lo he pedido y no quiero, nos conocimos ayer..." "Porque de cierta forma me siento responsable de esto" "No hables de responsabilidad, porque esto Dios me lo ha encomendado solo a mi. solo yo soy la que tiene que cuidar a este niño, si quieres me acompañas o me pasai' plata, pero nada mas" "Lo que tù digas, pero me arrepiento de todo lo que hice anoche, yo no soy asì, y ojala que cuando estes consciente no me recrimines nada, porque soy humano y me equivoco y quiero enmendar lo que hice" "¿De que hablas!? no has hecho nada, creo que tu eres el que està mal, mejor me voy" Pasaron los nueve meses, y naciò un bebè del que nunca supe su nombre pero al cual llamare Mauricio en recuerdo a alguien que se llamaba asi y que no fue importante en mi vida. Tres palomas se pararon en la ventana y una estrella quiso brillar esa noche. Francisco cumplio su palabra, estaba en el parto y cuando vio por primera vez al bebe le entro simultaneamente una terrible angustia, le bajo un escalofrío por la médula y vio que ese niño no se parecia ni a èl ni a ella que nunca se pareceria, ella le sonrio y le dijo ¿no me creias no cierto?... y Francisco al día siguiente fue a rezar.

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